5 Jun No hay comentarios Miguel Estefanía Díez Cirugía Mamaria

¿Qué tipos de prótesis de mama hay?Mama

Hoy en día existe una gran diversidad de prótesis mamarias. Las diferencias entre ellas abarcan aspectos como la forma, la composición del relleno, la composición de la cubierta y la textura de la cubierta.

Aunque la historia en la búsqueda de la forma de aumentar el pecho se remonta a antes del siglo XX, podemos considerar la primera generación de prótesis mamarias a la desarrollada por la empresa Dow Corning en 1964. Ellos utilizaron gel de silicona envuelto en un elastómero de silicona y comprobaron que era un material que el cuerpo toleraba bien. A partir de ahí y por diversos motivos fue cambiándose la forma de la cubierta y el material de relleno para intentar solucionar diferentes problemas que surgían como por ejemplo la contractura capsular.

Así según como es la textura de la cubierta tenemos, prótesis lisas y prótesis rugosas. La ventaja de las rugosas es que disminuyen la formación de contractura capsular, por el contrario su introducción puede ser levemente más difícil.

La cubierta puede ser de silicona o de poliuretano. Esta última es una “sobre texturización” de espuma de poliuretano encima del envoltorio de silicona. El poliuretano se degrada con el tiempo y acaba desapareciendo. Se ha dicho de los implantes de poliuretano que evitan la contractura capsular, sin embargo actualmente se cree que los factores que influyen en la contractura son varios, y fundamentalmente están relacionado con la infección subclínica periprótesica. En Europa los implantes con cubierta de poliuretano no son muy populares, reservándose en muchas ocasiones para los casos reiterados de contractura capsular como un elemento más para evitar la contractura capsular recurrente.

Las prótesis pueden rellenarse de silicona, del cohesivo de silicona o suero salino.

Las prótesis de suero salino deben rellenarse una vez que se han introducido en el cuerpo. Su tacto no es tan natural como las anteriores y pueden perder volumen de forma paulatina con el tiempo. Tienen la ventaja de que pueden introducirse más fácilmente y la incisión en estos casos podría ser más pequeña.

Las prótesis de silicona líquida y las de gel cohesivo tienen una forma y volumen definitivo cuando se implantan, por lo que este no puede variarse posteriormente ni cambia con el tiempo. El gel cohesivo, aun con la cubierta rota, se mantiene dentro del implante; además confiere un tacto natural y permite mantener una forma definida a la prótesis.

Una característica fundamental de las prótesis es su forma. Según la cual las en redondas y anatómicas. Inicialmente las prótesis tenían forma redonda. Posteriormente surgió la necesidad de un aumento mamario mayor en los polos inferiores que en los superiores, para evitar el efecto “bola” de las prótesis redondas. En ciertos casos, como en la reconstrucción mamaria o en las mamas tuberosas, aumentar el polo inferior más que el superior se hace una necesidad más evidente.

Así las prótesis anatómicas tienen tres medidas fundamentales: ancho, alto y proyección. La combinación de estás tres medidas da la forma de la prótesis que se usará según múltiples factores, como la proyección que queramos conseguir y el tipo morfológico del tórax.

Por diferentes factores, cada cirujano tiene unas preferencias u otras en el tipo de prótesis que elije. Nosotros sopesando los pros y los contras, nos inclinamos por las prótesis anatómicos de del gel cohesivo con cubierta de tipo rugoso.