Rinoplastia Ultrasónica
La rinoplastia ultrasónica es la intervención quirúrgica nasal en la que se utiliza tecnología ultrasónica para el modelado del hueso.
Implica una mejoría inmediata en la armonía y equilibrio facial, con una rápida recuperación gracias al empleo del piezoeléctrico.
Uno de los avances más importante ha tenido lugar a nivel del dorso nasal o giba, es decir, en el tratamiento de los huesos nasales.
La introducción del piezotomo ultrasónico o la rinoplastia ultrasónica permite un mayor control de las fracturas nasales y unos postoperatorios con menor inflamación y hematoma.
El piezotomo no es fundamental para un buen resultado. Hay numerosos cirujanos que utilizan otras técnicas con maravillosos resultados. Por esto mismo, lo que se consigue con el l piezotomo es que se inflame menos, que tenga menor riesgo de hematomas, una recuperación más rápida, mayor precisión en las fracturas y limados óseos…
¿En qué consiste la tecnología piezoeléctrica?
La rinoplastia ultrasónica es la técnica más avanzada de cirugía ósea de la nariz. Es el único sistema mecánico aprobado por la FDA (Food and Drug Administration) para realizar una rinoplastia.
Emite energía ultrasónica muy concreta a través de sus minisierras o limas que sólo actúan a nivel de estructuras duras (nunca blandas). El ultrasonido no quema ni te lesiona la piel, sino que trabaja más profundamente a nivel del hueso evitando el daño de los tejidos circundantes. Sólo actuará a nivel de tus huesos nasales, nunca a nivel de sus cartílagos.
Ventajas
- Seguridad: no daña los tejidos blandos ni los vasos sanguíneos.
- Precisión: en el remodelado óseo (tanto en el corte como en el limado)
- Recuperación más rápida: por la reducción de la inflamación, los hematomas (moratones) y el dolor postoperatorio.
- Reincorporación en menos tiempo: a su trabajo.
- Menores complicaciones: ya que al tener una mejor cicatrización en general, menor traumatismo tiene menor riesgo de precisar una rinoplastia secundaria o revisión (rinoplastias con menos irregularidades y asimetrías)
¿En qué se diferencia de la rinoplastia tradicional?
La rinoplastia utiliza elementos como el escoplos y limas para el remodelado facial. Se trata de algo muy similar a lo que realiza un escultor al tallar una figura. Permite realizar cirugías en menos tiempo, pero con mayor inflamación y hematomas en el postoperatorio. Estos escoplos no respetan los tejidos blandos adyacentes que pueden ser dañados y producirse hematomas.
Habitualmente, es necesario el empleo de taponamiento nasal durante 2-3 días para evitar el sangrado nasal, impidiendo la respiración por la nariz durante estos días.
La diferencia principal entre ambas es la precisión. Mediante la rinoplastia ultrasónica tenemos un control de la cantidad de hueso que limamos y por donde lo cortamos posteriormente. Cuando realizamos una rinoplastia primero tenemos que “limar” el exceso de hueso que existe en la giba y para esto en la rinoplastia clásica se utilizan unas limas de diamante que, aunque precisas podían dañar los cartílagos del dorso de la nariz pudiendo generar esto irregularidades, adherencias, depresiones… por bien que se hiciese.
Por tanto, mediante el terminal específico de dorso nasal del piezotomo sólo limamos el dorso óseo, es decir, no dañamos los cartílagos y esto además lo realizamos micra a micra. En esta zona asienta la válvula nasal interna y por ello es tan importante preservar estos cartílagos.
Además de esto, a posteriori hay que estrechar los huesos para evitar un dorso demasiado ancho o lo que se conoce como un «techo abierto». En la rinoplastia convencional se rompen los huesos mediante un cincel y efectivamente el cincel. En cambio, con el piezotomo cortamos el hueso por donde queremos y de ahí que la fractura sea totalmente controlada.
¿Estética o funcional?
En una cirugía de rinoplastia es posible la corrección de la forma nasal pero también debe ser corregida la función si existen problemas respiratorios. Normalmente se realiza una rinoseptoplastia en casi todos los casos por lo que la mejoría también es funcional tras la cirugía.
¿Qué pacientes son candidatos?
Cualquier paciente que desee realizar modificaciones en la forma o función de su nariz, a partir de 18 años y sin límite de edad.
Si existen grandes disfunciones o problemas estéticos durante la adolescencia puede ser posible su intervención a partir de los 16 años con permiso de ambos padres. Cada vez son más los pacientes adultos de edad media (sobre unos 40-50 años) que deciden realizarse una rinoplastia ultrasónica animados por las ventajas de dicha tecnología.
La elección sobre si realizarse una rinoplastia es muy personal. Tome la decisión por usted misma y no para cumplir los deseos de otra persona o para tratar de ajustarse a algún tipo de canon de belleza ideal.
Puede ser una buena opción para usted si:
- ha terminado su crecimiento facial;
- goza de buena salud física;
- no fuma;
- tiene expectativas realistas de lo que supone una rinoplastia en la mejora su contorno facial.
¿Qué diferencias existen entre una rinoplastia abierta y cerrada?
La rinoplastia cerrada se realiza mediante incisiones dentro de las propias fosas nasales sin cicatriz visible externa. No permite la realización de todas las técnicas empleadas en la rinoplastia ni todos los pacientes son candidatos a la misma.
La rinoplastia abierta se realiza mediante estas mismas incisiones añadiendo una central en la columnela nasal. Permite la corrección de cualquier tipo de desviación, asimetría o reducción de tamaño, mediante visión directa. Dicha cicatriz en la raza caucásica (piel clara) a los meses se hace prácticamente imperceptible.
Rinoplastia ultrasónica postoperatorio: menos inflamación y hematoma, mejor recuperación
El momento más traumático o agresivo de una rinoplastia es la fractura de los huesos nasales (osteotomía). A diferencia de la rinoplastia convencional en la que se empleaban escoplos y martillos, la rinoplastia ultrasónica es mucho más precisa ya que cortamos los huesos con un “bolígrafo”. Es decir, no rompemos los huesos, sino que los cortamos sin dañar los tejidos blandos ni los vasos sanguíneos.
El hueso está envuelto por una membrana que se llama periostio por donde discurren muchos vasos sanguíneos que nutren al hueso. Algo bueno de esta técnica es que también requiere de aún más habilidad del cirujano pues si no se va por debajo de esta membrana los huesos no se cortará, es decir tenemos que meternos por debajo de esta membrana con la consiguiente disminución en la inflamación y hematomas.
Durante la primera semana puede aparecer edema y algo de hematoma alrededor de los ojos o mejillas.
Durante los primeros días es normal que sienta la sensación de congestión nasal similar a cuando se está resfriado. Puede llevar algún tipo de férula endonasal.
La nariz queda protegida durante una férula nasal termoplástica durante una semana aproximadamente, tras la cual será retirada junto a los puntos.
En este tiempo el paciente deberá realizar lavados diarios varias veces al día con suero fisiológico y limpiezas de la herida para evitar la formación de costras. Además, llevará medicación domiciliaria durante una semana para la inflamación, dolor si es necesario y antibiótico para evitar infecciones.
¿Cuáles son las recomendaciones tras la retirada de la férula?
Es necesario dormir con el cabecero elevado durante el primer mes para mejorar el drenaje linfático de la nariz, así como ayudarse de una almohada de viaje para evitar dormir de lado y golpear la nariz y la férula nocturna.
No es posible el uso de gafas durante las primeras 4-6 semanas, ni tampoco sonarse o bucear en este tiempo.
La incorporación a la vida laboral suele realizarse tras la retirada de la férula, pero puede realizarse antes de este periodo si no se trata de un trabajo que precise esfuerzo físico.
En cuanto al ejercicio físico moderado-intenso debe evitarse durante las primeras 4-6 semanas.
¿Cuándo empiezan a ser visibles los resultados?
Desde la retirada de la férula a la semana de la cirugía el paciente comienza A ver los resultados tras la cirugía y realizar vida cotidiana prácticamente normal.
Sin embargo, durante el primer mes existe edema residual que irá disminuyendo de forma progresiva hasta los 3-6 meses aproximadamente, por lo que el resultado irá variando estos meses. Las zonas que más tardan en desinflamarse son el dorso y la punta nasal, que puede llegar a tardar hasta un año.
No se puede emitir un juicio sobre el resultado de una rinoplastia hasta que no hayan transcurrido varios meses, incluso un año. Este es el tiempo que precisan los tejidos para estabilizarse y las cicatrices para realizar su proceso de maduración.
La intención de la rinoplastia es que la «nueva» nariz no llame la atención, y se integre plenamente en el contexto general de la cara produciendo un conjunto armónico y agradable, es decir, que no se detecte que ha sido intervenida.
Planificando la intervención
El éxito y la seguridad de la intervención dependen mucho de su sinceridad durante la consulta. Se le harán varias preguntas acerca de su salud, sus deseos y su estilo de vida.
Habitualmente se le pedirá como mínimo:
- Un análisis de sangre.
- Dejar de fumar previamente a la intervención.
- Evitar tomar aspirina, medicamentos que interfieran en la coagulación o agregación sanguínea o suplementos dietéticos que pudieran incrementar el sangrado.
- En algunas ocasiones se puede indicar alguna prueba de imagen, como un TAC facial.
Querremos saber:
- Por qué quiere hacerse la cirugía, cuáles son sus expectativas y qué resultado espera obtener.
- Afecciones, alergias a medicamentos y tratamientos médicos.
- Si está tomando en la actualidad algún medicamento, vitaminas, si fuma o consume alcohol o drogas;
- Cirugías anteriores.
Además también:
- Realizaremos una evaluación de su estado general de salud y de cualquier afección o factor de riesgo preexistentes. Se examinarán su nariz y su relación con el resto facial.
- Tomaremos fotografías para su historia clínica (con su consentimiento).
- Se discutan las opciones que usted tiene.
- Le explicaremos los resultados probables de una rinoplastia y todos los riesgos o complicaciones potenciales.
- Se le pedirá que firme formularios de consentimiento para garantizar que usted comprende completamente el procedimiento al que se someterá y cualquier riesgo o complicaciones potenciales.
Este preparado/a para hacer preguntas, incluso si lo considera necesario configure una lista con todas ellas, lo cual le ayudará a disipar dudas sobre la intervención. Es muy importante entender todos los aspectos de una rinoplastia antes de tomar una decisión. Y tenga en cuenta que es normal sentir ansiedad o cierto estrés ante ello y de forma preoperatoria.
Los riesgos de una rinoplastia incluyen:
- hemorragia (hematoma), infección;
- mala cicatrización de las incisiones;
- perforación septal (aunque raro);
- dificultad respiratoria;
- apariencia insatisfactoria;
- necrosis cutánea, inflamación y decoloración cutánea, pequeñas manchas rojas sobre la piel;
- posibilidad de cirugía de revisión (1 de cada 10), normalmente para corregir defectos menores.
La práctica de la medicina y cirugía no es una ciencia exacta. Aunque se esperan buenos resultados, no hay garantía de éxito. En algunas circunstancias, puede no ser posible obtener unos resultados óptimos con una sola cirugía y puede ser necesarias cirugías adicionales.