¿Qué es la liposucción?
La liposucción adelgaza y remodela áreas específicas del cuerpo extrayendo depósitos grasos, mejorando el contorno y proporción de tu cuerpo.
Puede ser utilizada para depósitos localizados en muslos, caderas y nalgas, abdomen y cintura, brazos, espalda, región interior de la rodilla, pantorrillas, tronco, barbilla, mejillas y pómulos.
No debemos confundirla con un método de adelgazamiento, sirve unicamente para tratar las zonas grasas difíciles de eliminar, incluso tras ejercicio y dieta.
¿Quiénes es buen candidato para una liposucción?
Los candidatos ideales para una liposucción son:
- Personas adultas con un peso no superior a un 30% de su peso ideal que tiene una piel elástica y firme y con un buen tono muscular.
- Es importante que tengan un buen estado de salud o sin condiciones médicas que retrasen la cicatrización.
- No fumadores. Fumar retrasa la cicatrización y aumenta las complicaciones.
- Realistas en sus expectativas.
Si te preocupa los depósitos grasos, localizados en cualquier parte de tu cuerpo, que no se reducen tras dieta o ejercicio, la liposucción puede ser una buena opción para ti.
Planificando la intervención
Evaluaremos las zonas que pueden ser tratadas, los acúmulos grasos y el estado de su piel. Las técnicas de modelado corporal pueden combinarse o realizarse de forma aislada por lo que se le explicara que opciones o combinaciones irán mejor en su caso.
Es muy importante que informe a su médico de los medicamentos que toma o si fuma. Si padece un resfriado o una infección de cualquier tipo, sobre todo si es de piel, la cirugía puede posponerse. Asegúrese, además, de que algún familiar o acompañante pueda llevarle a casa cuando se le dé el alta y que, en caso necesario, puedan ayudarle un par de días.
Habitualmente se le pedirá como mínimo:
- Un análisis de sangre.
- Dejar de fumar previamente a la intervención.
- Evitar tomar aspirina, medicamentos que interfieran en la coagulación o agregación sanguínea o suplementos dietéticos que pudieran incrementar el sangrado.
Durante la consulta médica debe saber que se le preguntará por:
- Sus expectativas.
- Condiciones médicas generales, alergias a medicamentos y tratamientos médicos.
- Tratamientos médicos actuales, toma de sustancias como alcohol o drogas y hábito de fumar.
- Cirugías previas.
Además:
- Se le tomen fotografía (bajo su consentimiento).
- Se discutan las opciones y alternativas de su tratamiento.
- Se le explique los riesgos potenciales de la intervención.
- Se le pedirá que firme un consentimiento informado tras explicarle los riesgos, beneficios y alternativas de la liposucción.
Este preparada para hacer preguntas, incluso si lo considera necesario prepare una lista con todas ellas, lo cual le ayudará a disipar dudas sobre la intervención. Es muy importante entender todos los aspectos de la liposucción antes de tomar una decisión. Y tenga en cuenta que es normal sentir ansiedad o cierto estrés ante ello y de forma preoperatoria.
Recuperación tras una liposucción
Tras la cirugía se colocará prendas de compresión o vendajes elásticos, acordes con la zona tratada. Esto ayudara al control de la inflamación y el sangrado comprimiendo la piel hacia su nuevo contorno.
Requerirá cierta medicación postoperatoria que habitualmente incluye medicación para evitar el dolor y antibióticos.
En ocasiones, pueden colocarse pequeños drenajes temporales en las incisiones preexistentes para permitir la evacuación de excesos de fluidos o sangre.
Tras la cirugía no se obtiene un aspecto óptimo inmediatamente, incluso puede encontrarse más pesada tras por el excedente de fluido que se le administran en la técnica. Las áreas tratadas estarán previsiblemente hinchadas y con hematomas. Puede perder temporalmente sensibilidad en la zona que vuelve a la normalidad con el tiempo.
Aunque se debe comenzar a caminar lo antes posible, no se deben realizar actividades intensas durante las primeras semanas. Habitualmente se retorna al trabajo en 2 o 3 días, aunque en ocasiones el periodo de convalecencia se puede alargar hasta las 2 semanas según la extensión de la liposucción. EL hinchazón y los hematomas desaparecen en los dos primeros meses, pudiendo quedar una mínima inflamación residual durante medio año.
Riesgos de la liposucción
La decisión de someterse a una cirugía plástica para mejorar el contorno corporal es muy personal. Debe decidir si los beneficios alcanzan los objetivos y si los riesgos o potenciales complicaciones son aceptables.
Se le pedirá que firme un consentimiento informado para asegurarnos que entiende el procedimiento y sus riesgos potenciales.
Los riesgos de la liposucción incluyen:
- Riesgos anestésicos.
- Hematomas.
- Cambios en la sensibilidad de la piel que pueden persistir.
- Daños en estructuras profundas como nervios, vasos sanguíneos, musculos, pulmones y órganos abdominales.
- Trombosis venosa profunda. Complicaciones cardiacas y pulmonares.
- Acumulación de fluidos.
- Infección.
- Contornos irregulares o asimétricos.
- Pigmentaciones cutáneas irregulares.
- Necesidad de cirugías adicionales.
- Hinchazón persistente.
- Cicatrización cutánea deficiente.
- Efecto de ondas o pérdida cutánea empeoramiento de “celulitis” previa.
Dado de las limitaciones de una exposición detallada de los riesgos en esta página, pueden existir otros riesgos mucho más infrecuentes que no están es la lista previa.
Tenga en cuenta que en liposucciones extensas (por encima de 5 litros de grasa extraída) los riesgos se incrementan y se deben tener en cuentas consideraciones especiales.
Algunas veces se recomiendan cirugías secundarias para reducir el exceso de laxitud cutánea.
Nuevo aspecto
La liposucción es un método muy efectivo para dar un nuevo contorno al cuerpo con unas cicatrices muy pequeñas.
Los resultados son permanentes siempre que mantenga unas condiciones saludables de vida, haga ejercicio regularmente y una dieta equilibrada. Si usted gana peso lo hará de manera más homogénea y no sólo en los depósitos localizados de grasa.
Siempre y cuando sus expectativas de futuro sean realistas, se encontrará feliz con su nueva silueta.